Los acontecimientos que ocurren en ambos lados del Río Bravo están concatenados por un factor común: presidentes incapaces de gobernar con atingencia y en favor de sus conciudadanos. Tan solo buscan los mandatarios en turno construir una narrativa de poder y de supremacía, sin considerar que los datos duros y el rechazo de la población los dejan en evidencia todos los días.
Tanto Claudia Sheinbaum como Donald Trump están rebasados por la realidad y por propias decisiones que han provocado la ira de los ciudadanos.
La presidenta mexicana gobierna con un discurso demagógico que instituyó su antecesor. Por ello, tanto Andrés Manuel López Obrador como su discípula prefirieron crear una realidad ficticia con las conferencias mañaneras, en lugar de gobernar para solucionar los problemas más acuciantes que enfrenta la población, como la inseguridad, la crisis económica, el deterioro del sistema de salud y educativo. Además, ponen en riesgo las finanzas públicas con un gasto creciente y un aumento inédito de la deuda que crece exponencialmente cada día.
El éxito de su gobierno lo basa en el regalo del dinero público y en la mercadotecnia política que intenta tapar el sol con un dedo.
Ahora, se presume que están construyendo el segundo piso de la transformación; empero, no reparan que el primer piso se está desmoronando porque todo está podrido por la ineptitud, la corrupción y la impunidad. En donde se levante la alfombra, se encuentran cadáveres y lo más patético es que la doctora y su equipo tienen que asumir el papel de cómplices por no denunciar el desastre que dejó López Obrador en prácticamente todos los ámbitos de su administración.
La inflación, el desabasto energético y de medicamentos, la inseguridad, la precariedad de las finanzas públicas, así como Pemex y CFE al borde de la quiebra técnica y con serios problemas para satisfacer la demanda creciente, son solo algunos de los temas que ya se han convertido en focos rojos.
Como están las cosas, estos problemas empeorarán en los próximos años.
La realidad es que la estrategia populista de izquierda de la dictadura mexicana no puede revertir la crisis. Al contrario, se agudizará porque insisten en gobernar bajo los designios de un tabasqueño, cuya única prioridad es mantener el poder a través de otra persona, hasta al menos 2036.
A todo ello se suma la lista de agravios al gobierno norteamericano, que ha respondido con acciones contundentes. Estas van desde clasificar a los capos mexicanos como narcoterroristas hasta cancelar visas y castigar con aranceles a productos mexicanos de exportación como el aluminio y el acero.
Pero, ¿qué ha hecho el gobierno de la 4T para tener tan molesto a Donald Trump? Pues casi nada: ha sido omiso ante el crecimiento de los criminales mexicanos que, en el sexenio pasado, extendieron sus tentáculos como nunca gracias al trasiego de drogas sintéticas, principalmente el fentanilo. Además, alentaron la migración ilegal desde nuestro país y Centroamérica hacia Estados Unidos.
López Obrador y Sheinbaum apoyaron a la dictadura cubana con recursos económicos que son de todos los mexicanos: petróleo, pago a médicos de la isla, alimentos, libros de texto y medicinas. Además, se alinearon con el Foro de São Paulo, cuya finalidad primigenia es terminar con el “imperialismo yanqui”.
Algunos cuatroteros de relevancia están detrás de los motines en Los Ángeles y ya han sido identificados por las fuerzas federales del orden de ese país. Además, se incita a la comunidad mexicana a salir a las calles para protestar contra la imposición de impuestos a las remesas y los operativos de migración de ICE, que violan los derechos humanos.
El presidente Donald Trump afirmó que los culpables de los disturbios no son manifestantes, son alborotadores e insurrectos ¡sin mascarillas! Agregó.
Todo está de cabeza. Allá los operativos contra inmigrantes son inconstitucionales, aunque se justifican por los supremacistas blancos. Aquí se da atole con el dedo todos los días a la población mexicana.
En nuestro país se destruye al Poder Judicial para que la dictadura tome el control de este.
Se habla de que en los próximos días, por fin, se verán cara a cara Claudia Sheinbaum y Donald Trump y ello marcará la plena sumisión que tendrá el gobierno mexicano ante su contraparte norteamericana, porque la doctora carece de las cartas necesarias para negociar, en virtud de que la tienen apergollada por varias razones, entre ellas, la connivencia de políticos mexicanos de la administración de López Obrador y que algunos continúan en funciones, como muchos gobernadores, con los cárteles de mafiosos.
Allá se reprime a los manifestantes con balas de goma. Aquí, se tolera a los maestros de la CNTE, no obstante ser transgresores de la ley y de causar daños a la población.